Add parallel Print Page Options

Esa esperanza no nos va a fallar porque Dios nos dio el Espíritu Santo, quien ha derramado el amor de Dios en nosotros.

Cristo murió por nosotros en el momento preciso: cuando éramos incapaces de salvarnos, siendo enemigos de Dios. Es muy difícil que alguien muera por salvar a una persona justa. Pero quizás alguien pudiera arriesgar su vida por una persona muy buena.

Read full chapter